
Sin duda una pregunta que hemos escuchado en reiteradas oportunidades, incluso de personas con las que no tenemos tanta confianza.
Tampoco es una pregunta fácil de responder, porque quizás salimos con más preguntas que respuestas de una entrevista. Nos vamos pensando en la compañía, en imaginarnos ahí dentro, en el equipo de trabajo, en el viaje a la oficina, en las posibilidades que tendremos, etc, etc, etc.
Cuando nos vamos con más preguntas que respuestas, sin duda no será fácil responder el cómo nos ha ido y las respuestas típicas serán: “creo que bien”, “no sé”, “bien, me gustó”, “ojalá que bien”, “no me ha gustado”, “no me han dicho nada interesante”.
Pero alguna vez, ¿habéis recibido esta pregunta, al final de la entrevista, directamente de quién los está entrevistando? No sé por qué, se me ocurrió empezar a hacerla a mis candidatos hace algún tiempo y la verdad es que los resultados han sido más que positivos.
Le damos al candidato la posibilidad de hacer un último insight de cómo se ha sentido y poder expresarlo con total naturalidad y sinceridad. Al mismo tiempo, se genera un espacio para darle feedback de cómo lo hemos visto nosotros, independientemente de cómo avance el proceso.
Muchas veces recibimos críticas por no avisar al candidato del estado del proceso, especialmente cuando no ha sido seleccionado. Entonces, ¿qué mejor que poder brindarle un feedback casi inmediato? No sólo desde los recruiters, sino también del posible líder o “entrevistador técnico”.
Los que estamos acostumbrados a realizar entrevistas, claramente tenemos una idea casi instantánea de si el candidato nos ha gustado o no, de si podría avanzar en el proceso o no, de si encaja con la cultura de la empresa o no, etc. Es más difícil clarificar el “por qué” de esta idea, pero dialogando se puede vislumbrar mejor.
Les puedo asegurar que este ejercicio puede dar muy buenos resultados siempre y cuando el feedback sea sincero, transparente y respetuoso. El candidato estará agradecido, tendrá una buena experiencia y comprenderá los motivos en el caso de que no sea seleccionado. También tendrá unos minutos para “reivindicarse” si siente que no ha sido muy claro, o que podría mejorar alguna idea que comentó.
Antes de esperarlo de terceros, también tenemos que estar preparados y preguntarnos sinceramente a nosotros mismos “Cómo ha ido la entrevista?”. Los invito a hacer esta práctica desde la introspección y pensando en la importancia del feedback continuo.