
¿Qué cualidades tienen los grandes líderes para motivar a sus empleados? En este artículo vamos a repasar las cualidades que atesoran grandes líderes que han llevado a sus empresas al éxito, como Elon Musk, Richard Branson, o Jeff Bezos.
Nos centraremos en elementos básicos y principales, sobre todo aquellos que inspiran a hacer un mejor trabajo como empleados. Cómo no, empezaremos por un rasgo poco valorado, pero de esencial importancia:
Los grandes líderes son humildes
Alguien que «se lo tiene muy creído» no es alguien que suela causar una buena imagen si su posición es la de liderazgo. Líderes a los que les gusta el show o mostrar sus capacidades, suelen generar rechazo. En efecto, los empleados se sienten mucho más inspirados cuando ven en su líder a una persona humilde, pero capaz a la hora de desempeñar su trabajo.
Es una cuestión de actitud: la arrogancia puede funcionar en entornos muy jerárquicos, como por ejemplo el ejército. Pero el mundo de la empresa nada tiene que ver. Es necesario precisamente lo contrario: un líder fuerte y al mismo tiempo humilde.
La mentalidad abierta es esencial
Los líderes que inspiran a sus empleados están siempre abiertos a escucharlos y a cambiar su postura y su pensamiento. Cuando decimos «mentalidad abierta», nos referimos a alguien capaz de escuchar diferentes opiniones y, sobre todo, capaz de cambiar su propia postura por una mejor opción.
Un gran líder no se basa en su experiencia pasada
En ocasiones, un mal líder puede echar mano de su currículum y experiencias pasadas a la hora de abordar un problema. Sin embargo, cada problema es nuevo y cada situación tiene sus características particulares.
Por ello, los grandes líderes son capaces de afrontar los problemas que surgen sin la necesidad de decir lo grandes que fueron en el pasado.
Sencillamente lo demuestran en la práctica.
Tiene tiempo libre y disfruta de la familia
Los grandes líderes trabajan mucho. Pero también son capaces de desarrollar sus habilidades empáticas y saben disfrutar de la vida. Un líder que se pasa 90 horas a la semana trabajando y deja de lado a la familia, seguro que no será tan capaz de motivar a sus empleados como alguien más relajado y «disfrutón».
Además, se da por supuesto que los grandes líderes se rodean siempre de un equipo brillante en el que confiar y con el que «relajarse» un poquito.
Un buen líder cede su liderazgo
Un líder no siempre es capaz de asumir todas las responsabilidades. Sobre todo cuando dirige un equipo grande. En estos casos, una buena manera de aumentar las ganas y la motivación del equipo puede ser cediendo el liderazgo en acciones concretas.
Si uno de tus empleados tiene una gran idea para mejorar el negocio, se le puede asignar como responsable (siempre con supervisión). Así se podrán comprobar tanto sus capacidades de liderazgo como su capacidad de moverse en un entorno de presión.
Los grandes líderes disfrutan con el éxito de sus empleados
Este es un punto clave: un gran líder maximiza los éxito y hace partícipe a sus empleados. No se lleva toda la gloria, sino que es capaz de felicitar a su equipo y de disfrutar de los éxitos personales de cada miembro del equipo.
Las reuniones no lo son todo para un gran líder
Otra característica importante es la capacidad de improvisar. Los grandes líderes son capaces de coger por banda a un trabajador y hablar con él sin necesidad de programar una reunión. La naturalidad es esencial para generar una sensación de organicidad y armonía en el trabajo de grupo.
Aquí entra en juego, también, la capacidad de escucha y atención de los grandes líderes. Si quieres ser bueno en liderazgo, tendrás que ser capaz de escuchar y empatizar.
No rompen el contacto contigo si dejas el equipo
Algo que suele ocurrir mucho en el mundo tech: el cambio de trabajo. Si te fijas, los grandes líderes crean un ambiente tan cercano y personal que, cuando acaba la relación laboral, no acaba la relación en sí. Como maestros que son, siguen en contacto con sus empleados mucho después de que estos hayan dejado de serlo.
Los empleados que han tenido a un gran líder, siempre lo recuerdan como un referente (maestro) y, probablemente, siguen en contacto con él.
Como ves, la esencia de todo gran líder está basada en el desarrollo de las cualidades más humanas, además de los elementos prácticos de liderazgo. La empatía, la humildad, el saber delegar, son grandes hitos que todo líder que se precie debe aprender a dominar.