
No hay ninguna duda: las entrevistas técnicas siempre son las más complejas y angustiosas para el candidato. Porque se somete al candidato a una evaluación minuciosa de sus conocimientos de código, y además delante de una audiencia dispuesta a juzgarlo todo de forma estricta.
Estos elementos ya son suficientes para generar un clima de gran estrés. Y por eso se suele pensar en este tipo de entrevistas como en “una prueba de fuego”.
Pero aquí vamos a explicaros nuestra experiencia con ellas y desglosaremos en cinco puntos por qué la perspectiva de fallar en una entrevista técnica no es algo que, en realidad, debería afectarte demasiado. Además, te mostraremos nuestra novedosa solución con Challenges para los candidatos.
Todos los candidatos cometen errores de bulto: son comunes
Tal vez hayas cometido un grave error en la resolución de una entrevista técnica y te estés culpando con ello. Lo cierto es que este tipo de errores, debido a la situación de tensión de la propia entrevista, son muy comunes.
En la mayor parte de las ocasiones se tiene en cuenta un margen para “comprenderlos”. Los nervios pueden jugar malas pasadas y ningún candidato es juzgado sólo por una respuesta mal formulada o ridícula.
De hecho, en muchas entrevistas se provoca el error del candidato a propósito para luego alentarle a buscar una solución.
Por lo que si fallas en algo obvio: keep calm. Nadie te va a finiquitar por ello.
En las entrevistas hay muchos falsos negativos
Claro está: no hay ninguna entrevista técnica perfecta. Y además, suelen darse en condiciones donde ninguno de los implicados está relajado. Muchas veces, son los propios entrevistadores quienes dificultan que los procesos técnicos salgan bien.
Nuestros candidatos nos hablan de entrevistas en las que no se daban materiales adecuados. O bien entrevistas en las que el entrevistador sólo buscaba los errores del entrevistado.
La mala praxis domina en los dos bandos. Así que igual que ser bueno realizando la entrevista, debemos valorar si quienes nos entrevistan también lo están haciendo bien. Porque si no lo están haciendo bien, tendremos motivos para no preocuparnos tanto si fallamos en el proceso de selección.
Los candidatos más experimentados también cometen errores
Si estás en un proceso de selección que implica a otros candidatos, es posible que pienses que tu nivel no está a la altura de tus competidores. A lo mejor te han dicho que hay otro aspirante al puesto que tiene por lo menos 10 años de experiencia más que tú.
A priori, esto no debe ser un motivo de temor, o motivo de fallo futuro en tu entrevista. Estos candidatos muy experimentados muchas veces están poco acostumbrados a responder en una situación de estrés. O bien llevan tiempo sin renovarse. Por lo que, normalmente, ante una entrevista de trabajo las diferencias entre candidatos tienden a nivelarse.
En una entrevista no serás valorado de forma holística
Las empresas buscan empleados que sean capaces de realizar tareas concretas para llegar a objetivos concretos. Si fallas en una entrevista no debes pensar que “no vales”. Lo más normal es que un candidato, por mucho que sepa de un lenguaje de programación, no cumpla con los requisitos específicos de cada oferta.
Así que no te tomes de forma negativa un rechazo: tal vez tu potencialidad y tu talento están en otros ámbitos que no te preguntaron en la entrevista.
Además, el desánimo y el aspecto psicológico asociado al fracaso son muchas veces el principal motivo por el que se acaba fallando en una entrevista. La profecía autocumplida.
Por eso: no te estreses ni te machaques demasiado si fallas en una entrevista. Los procesos son largos y difíciles, y tarde o temprano encontrarás el ideal para ti.
La interesante solución de los Challenge de Rviewer
Desde Getwith trabajamos en la realización de challenges para programadores que, luego, nos sirven como carta de presentación en una entrevista técnica. Las empresas contactan con nosotros y nosotros creamos challenge a medida para los perfiles que están buscando.
Este tipo de proceso tiene muchas ventajas para el programador. Primero, porque la entrevista ya no es cara a cara y bajo presión: el candidato se lleva el challenge a casa y lo entrega resuelto. Se valora el nivel de la resolución.
Por otro lado, estos challenges están pensados para ser amenos y rápidos de solucionar. Nada de problemas infumables e imposibles. Intentamos facilitar el trabajo tanto a la empresa como al candidato con ellos.
Y, desde luego, a nivel de “entrevista”, nos ayudan en dos cosas: conseguimos detectar a candidatos con mejor potencial, y logramos que los candidatos se sientan mimados y valorados: les damos margen y amplitud creativa para la resolución del problema técnico.