
Mucho se habla de la evolución y los cambios del ámbito laboral… nuevos trabajos que no tienen más de 5 años, otros que surgirán en el futuro, todos los que ya se han extinguido por el avance de la tecnología, y la adaptación del ser humano a estos cambios y a la era digital.
Pero se dice poco de lo que ha evolucionado el Recruiting y los Recruiters, un rol clave a la hora de poder formar los equipos de trabajo deseados por las empresas.
Sin querer remontarme a los tiempos en que las ofertas laborales se publicaban en los diarios, los CVs se recibían por correo postal, o se convocaba de manera masiva a los interesados en la vacante para determinado día y lugar, podemos pensar los cambios que se dieron desde la penetración de la tecnología en la rutina laboral.
No muchos años atrás un Recruiter solía publicar una oferta en un portal de empleo, esperar unos días, para recibir una cantidad considerable de CVs, realizar un filtrado de los mismos y empezar a contactar algunos candidatos para concertar entrevistas.
Claramente una época en la que el recruiting estaba caracterizado por ser más receptivo, se esperaba que los candidatos apliquen y entre ellos se seleccionaba al más idóneo para la vacante laboral.
La gran revolución a la hora de buscar candidatos fue la aparición de Linkedin, plataforma y herramienta por excelencia en el ámbito del Recruiting que generó un cambio de paradigma. Ya no se trata de ser únicamente receptivo, ahora surge la posibilidad de realizar búsquedas activas de los candidatos que mejor encajarían en la vacante que tenemos que cubrir. Lo cual generó una especie de “vitrina” o “escaparate” de los profesionales más codiciados del mercado y la posibilidad de contactar directamente con ellos para acercarles una oportunidad laboral.
Este cambio de paradigma del Recruiting 2.0 le dio mayor empoderamiento al candidato. Desde este momento no sólo la empresa tenía la posibilidad de decidir a quién contratar, sino que las personas descubrieron la oportunidad de desear en qué empresas trabajar y en cuáles no. La facilidad para acceder a la información empezó a generar una competencia entre las empresas como lugar ideal para desarrollarse a nivel profesional.
Esto dio comienzo a nuevas alianzas entre áreas de Recruiting y Marketing, empezando a trabajar en estrategias de “Employer Branding”, para así poner ahora a las empresas en el escaparate y llamar la atención de los profesionales más buscados. Esta alianza generó distintas acciones por parte de la empresa de “salir de la oficina” de manera activa a buscar candidatos en ferias universitarias de empleos, meetups de especialistas, hackathons, sesiones de puertas abiertas y distintos tipos de eventos que rompan con el tradicional proceso de Recruiting.
Con la idea de seguir diferenciándose en el mercado de lo que realizan otras empresas, se empezó a hablar y pensar en la “Experiencia del Candidato”. Diseñar procesos de Recruiting “innovadores”, “disruptivos”, “simples y amigables” que ayuden a llamar la atención para que el candidato se pueda imaginar la cultura de la empresa y lo que podría ser un dia a dia de trabajo.
Todos estos cambios vienen acompañados de distintas herramientas tecnológicas que ayudan a facilitar y agilizar el proceso, como ATS, la posibilidad de realizar video entrevistas, uso de distintas bases de datos, desarrollo de algoritmos que ayuden a filtrar perfiles cuando se trata de una búsqueda masiva, etc.
Sin duda, esta revolución y la accesibilidad a la información, hacen que los recruiters tengan que estar cada vez más actualizados. No solamente en el uso de herramientas tecnológicas, sino en conocimiento de mercado para entender movimientos, beneficios, tendencias y saber cómo potenciar posibles candidatos según las necesidades de la compañía en la que estemos trabajando.
Ya no sólo entrevistamos para saber si un candidato cumple los “requisitos” de la vacante, muchas veces nos toca aconsejar sobre oportunidades de desarrollo en áreas de trabajo distintas a la experiencia previa, al encontrarnos perfiles que se están reinventando profesionalmente. Esto sin duda requiere flexibilidad y sensibilidad por parte del recruiter para lograr el mejor “match” posible.
Se podría profundizar bastante sobre todos estos cambios, pero simplemente quería reflejar de la manera más sencilla la evolución que estamos teniendo en nuestro sector y nuestra labor diaria. A veces es más fácil pensar en la evolución de sectores tecnológicos o industriales, pero no se puede negar los cambios que suceden en áreas con un enfoque más social.
A pesar de esta transformación y las que llegarán, nunca debemos olvidar que el foco tiene que estar puesto en las personas, en la empatía entre ellas, atravesando uno de los procesos más gratificantes para el ser humano: conseguir empleo.