
Empezamos diciéndoles a las niñas que no lideren desde una temprana edad y a los niños les decimos que lideren desde muy pequeños. Esto es un error.
–Sheryl Sandberg para la BBC Radio4–
Sheryl Sandberg, directora operativa de Facebook, hace hincapié en la disparidad salarial por motivo de género en el sector tecnológico y plantea la escasez de mujeres liderando puestos directivos en este sector como un problema de obligada resolución.
Las mujeres siguen -seguimos- desempeñando un papel secundario en las empresas tecnológicas (y en la mayoría de los sectores) sobre todo a medida que esos puestos de trabajo se alejan de la base y se acercan a la cumbre. Pero a pesar de las dificultades añadidas, son muchas las que nos abrieron camino y muchas más las que siguen su legado. Es por ese motivo que creemos necesario echar la vista atrás y rememorar a cinco increíbles profesionales que -junto con muchas más- sembraron los cimientos de la tecnología actual contra viento y marea.
- Ada Lovelace (1815 – 1852, Londres): fue una matemática, informática y escritora británica que pasó a la historia por crear el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina. A pesar de ser hija de Lord Byron -poeta del movimiento del romanticismo británico- escribió su propia historia con creces, llegando a tener un lenguaje informático en su honor, “Ada”, bautizado por el Dpto. de Defensa de EEUU. Por estos logros -y muchos más-, Lovelace se convierte en la primera programadora de la historia, siendo así precursora de la informática moderna. Por si alguien lo dudaba, sí, tuvo que esconder su firma bajo las siglas A.A.L (Augusta Ada Lovelace) para no ser censurada por ser mujer…
- Mujeres del ENIAC: Betty Snyder Holberton (1917-2001), Betty Jean Jennings Bartik (1924-2011), Ruth Lichterman Teitelbaum (1924-1986), Kathleen McNulty Mauchly Antonelli (1921-2006), Frances Bilas Spence (1922-2012) y Marlyn Wescoff Meltzer (1922-2008). Este brutal equipo de mujeres ha pasado a la historia por diseñar y programar el software que permitía al ENIAC (Electronic Numerical Integrator And Computer) calcular trayectorias balísticas para posteriormente registrarlo en tablas de tiro usadas por los artilleros en la Segunda Guerra Mundial. Las “mujeres del ENIAC” crearon las bases de la programación actual al desarrollar las primeras aplicaciones del software. Por supuesto sus méritos no han sido reconocidos hasta -muchos- años después.
- Grace Hooper (1906-1992, EEUU): pasó a la historia por hacer realidad su sueño, que la informática llegara más allá de los ámbitos científicos mediante lenguajes de programación simplificados. A parte de ser la responsable del primer compilador de la historia -como si esto no fuera suficiente-, creó el lenguaje COBOL (Common Business Orientated Language), un medio de programación la base del cual se desarrolla con palabras (a diferencia del resto, formado por números). Grace fue una científica de computación excepcional e incomprendida a la vez, que persiguió su firme proyecto en frente a la incredulidad e incomprensión del resto de la comunidad científica del momento.
- Hedy Lamarr (1914 – 2000, Austria): No solo fue una actriz de éxito en Hollywood -que no es poco- sino que desarrolló nuevas tecnologías militares contra el régimen nazi. Su trabajó consistió en crear, junto con George Antheil, un Sistema de Comunicación Secreta que tenía como objetivo poder teledirigir misiles sin que fueran interceptados mediante una señal que los hacía cambiar de frecuencia de forma sincronizada entre 88 posibilidades. La conmutación de frecuencia junto con la revolución tecnológica digital se convirtió en la base de los sistemas de comunicación Wi-Fi, GPS, Bluetooth o móvil. A Lamar le concedieron la patente de su descubrimiento con su nombre de casada (Hedwig Kiesler), motivo por el que nunca llegó a recibir el reconocimiento que se merecía.
- Mavis Lilian Batey (1921 – 2013, Reino Unido): matemática y criptoanalista, tuvo un papel clave en la Segunda Guerra Mundial. Con 19 años empezó a trabajar en la estructura de Enigma (máquina alemana para el cifrado rotatorio) y en el 1941 consiguió descifrar un mensaje italiano y su respectivo código de cifrado. No contenta con esto, hizo un seguimiento de todas las comunicaciones que llegaron, consiguiendo así descifrar movimientos claves de los ejércitos del Eje. Batey logró también interpretar los mensajes y códigos alemanes, otorgando así una gran ventaja al Bando Aliado que ya contaba con las comunicaciones de los italianos previamente. Gracias a esta información se pudo despistar al ejército alemán antes de realizar el gran golpe que puso fin a la II GM con el Desembarco de Normandía. Hoy en día, a Mavis Batey aún no se la considera protagonista en la historia del Dia D.
Estas son solo unas cuantas de todas las mujeres que han hecho imprescindibles aportaciones sin las cuales la sociedad no sería como la conocemos. Son cinco ejemplos que deberían estudiarse en las escuelas y estar presentes en todos los libros de STEM, sirviendo así de referente para las niñas que escribirán la historia de la tecnología el día de mañana.
Es momento de que veamos a los géneros como un espectro en lugar de dos ideales opuestos.