
Hoy hablaremos de las personas altamente sensibles. En nuestro entorno de trabajo es habitual dar con este tipo de personas de mayor sensibilidad y fragilidad aparente (como veremos). En este artículo nos acercaremos desde el punto de vista de los recursos humanos a sus rasgos más destacados. Con el objetivo de aprender a llevarlos y a sacar partido de ellos para mutua satisfacción de empresa y trabajador.
De acuerdo con la literatura científica, la Alta Sensibilidad es un rasgo de tipo hereditario que afecta a dos de cada diez personas. Esto quiere decir que su incidencia en la población es muy alta, el 20%, igual en hombres y en mujeres. Hay cuatro pilares fundamentales que las definen. Vamos a descubrirlos y a añadir un quinto enfocado a entornos laborales.
Además, hay que tener en cuenta que entre el mundo de los programadores hay muchas personas con alta sensibilidad.
La empatía es su principal valor
Este tipo de personas son muy porosas a lo que ocurre a su alrededor. Su respuesta emocional, debido a su sistema nervioso más complejo, es más alta. De esta manera, tienen mayor capacidad de comprender y empatizar con las emociones de los otros.
Son empáticos por naturaleza y perciben tanto los estímulos positivos como los negativos. Encontrarás en este tipo de personas a atentos oyentes y buena disposición para atender al otro. Y aunque esto parece que beneficiaría el trabajo en un puesto de ventas, hay que considerar que este tipo de personas son más bien retraídas e interiores. Pueden moverse bien en grupo, pero no es habitual verlos como líderes.
Reflexivos por naturaleza
Encontraremos en las personas altamente sensibles rasgos muy útiles para desarrollar, por ejemplo, el planteamiento estratégico de una empresa. O para desarrollar de cualquier tipo de plan que requiera de planificación y atención al detalle.
Las personas altamente sensible tienen un sistema neurológico que facilita en ellas la reflexión y el pensamiento interior. Suelen ser personas de poco hablar, tímidas, pero con amplias capacidades cognitivas que pueden ser muy útiles si se las puede aprovechar en un ambiente de confianza.
Esta sería una de las claves del trabajo con este tipo de personas: generarles confianza y seguridad para que den lo mejor de sí mismas, considerando que una bronca o un tono excesivo pueden causar en ellas mayores estragos. Un tono relajado con baja intensidad de estrés es muy recomendable para potenciar a este tipo de personas.
El elemento psicosomático
Estadísticamente, se encuentra en las personas sensibles un mayor rango de elementos somáticos. Por ejemplo, suelen manifestar a través de la piel el efecto del estrés. Esto ocurre sobre todo en los casos en los que hay dificultades para exteriorizar las emociones. Y en el caso de este tipo de personas, suele haber siempre dificultades. Sienten demasiado, para bien o para mal, y no pueden procesarlo todo.
Lo que no procesan puede aparecer fácilmente como efecto somático: desde resfriados, como comentábamos problemas en la piel, etc. Un responsable de área de recursos humanos debe estar atento a este tipo de señales somáticas cuando está ante un trabajador de naturaleza altamente sensible. Puede ser indicador de que no está bien y no es capaz de expresarlo. Y un disparador para ofrecerle ayuda sin que lo pida.
La facilidad para saturarse
En los entornos modernos de empresa donde hay muchas reuniones y mucho ajetreo, las personas altamente sensibles no se mueven bien. Su sistema nervioso facilita que puedan saturarse y estimularse por exceso, y caer en situaciones de estrés.
Muy recomendable es reducir para este tipo de personas el volumen de reuniones y de movimiento durante el día. O más que reducir, lo que conviene es concentrar. Trabajan mejor en entornos estables que muy cambiantes: esa es la clave para que rindan mejor.
Consejos para un departamento de recursos humanos
El/la responsable del área de recursos humanos tendrá que estar atento para detectar a este tipo de personas. Primero, para aprovechar sus virtudes. Segundo, para impedir que se encuentren en situaciones en las que laboralmente rindan mal debido a su naturaleza.
Lógicamente, no requieren de un trato completamente distinto en cuanto a los hechos, sino de cierta suavidad y tacto a la hora de tratarlos. Identificar en estas personas algo así como una debilidad es un error: su apariencia puede ser débil, pero a su vez esconde potencialidades importantes. Como comentábamos, suelen tener una buena capacidad cognitiva. Por lo que si logramos un trato específicamente cercano les permitiremos expresarse sin ubicarlos en un ambiente de estrés o saturación.
Por otro lado, es necesario valorar a través de su sensibilidad sus ideas creativas y estratégicas, y siempre es bueno tenerlos identificados para participar, por ejemplo, en brainstormigs de la empresa. Una vez más, con un trato cercano, se les puede sacar lo mejor de sí mismos.