
Más de una vez habrás sentido que no estás a la altura de tu trabajo. Que tienes un puesto muy molón pero que en realidad no tienes las habilidades necesarias para estar en él. Entregas las tareas, cumples con lo que se te pide, pero la sensación está ahí. Eso es el síndrome del impostor: la sensación de que no valemos cuando en realidad sí valemos 🚀.
Vamos a adentrarnos en las causas y efectos de este síndrome para ver cómo afrontarlo y superarlo si eres developer.
Qué es el síndrome del impostor
El síndrome del impostor, también conocido como síndrome del fraude, es un trastorno que padecen las personas de éxito cuando no son capaces de asimilar sus éxitos. No se trata de tener baja autoestima, sino de ser demasiado perfeccionista. Nunca nada parece estar a la altura, aunque lo está.
En el sector Tech, este es uno de los síndromes que con más frecuencia se ven. Muchos devs nos comentáis la sensación de “no tener ni idea” cuando empezáis un nuevo trabajo. Sabéis Python, Java o Javascript, pero de golpe tenéis la impresión de que no sabéis nada 😱.
Y el problema es el de la profecía autocumplida: si uno cree que no sabe, el miedo lo ataca y acaba demostrando que no sabe.
¡Cuidado, porque es un espejismo! Vamos a ver cómo combatirlo.
Cómo vencer al síndrome del impostor
Repasemos algunos consejos que nos ayudarán a combatir el síndrome del impostor:
- Mantén la perspectiva: Toma consciencia de que tal vez eres demasiado exigente contigo mismo, y que a tu alrededor la gente te valora. La prueba la tienes en tu curriculum, tu historial, tus estudios. Te sientes un impostor, pero no es más que una ilusión si tomas perspectiva y observas con frialdad tu situación.
- Mantén la calma: Muchas veces nos pueden asignar una task que nos resulta del todo nueva. Y como es nueva y nunca la hemos trabajo, es ahí donde aparece el síndrome del impostor. Calma. Respira: tienes tiempo para estudiar el caso y tienes los conocimientos para resolverlo. No estarías donde estás, de lo contrario.
- Elimina el exceso de estrés: Este tipo de problemas psicológicos surgen casi siempre de situaciones de estrés. Si este es tu caso, te recomendamos que tomes medidas para liberar tu estrés. Haz deporte, cambia el café por una bebida relajante por la mañana, mejora tu dieta y tu descanso… Todos estos cambios colaterales ayudan a que uno se sienta más fuerte, y a no caer en síndromes raros.
- Haz una lista de tus fortalezas: Para aumentar tu seguridad y tu confianza, haz una lista de lo que sabes hacer bien, de tus logros y éxitos. Verás que son muchos y que todos ellos te han ayudado a llegar donde estás. Impostura, ninguna.
- No postergues las tareas: Cuando aparece el síndrome del impostor, tendemos a dejar lo que estamos haciendo y nos entregamos al lamento. No lo hagas. Enfréntate a la tarea de cara y no la dejes pasar.
Como véis, hay varias maneras de enfrentar el síndrome del impostor. Pero la más importante, seguro, es mantener la perspectiva. Saber que es un exceso de la mente, un efecto del miedo. Con perspectiva, uno reflexiona y toma las mejores decisiones.
Lo positivo de tener el síndrome del impostor
El síndrome del impostor, si es ligero, también puede ser una buena señal. ¿De qué? Está claro: significa que todavía conservas tu humildad y que todavía tienes una visión crítica de ti mismo. Algo necesario para seguir avanzando.
Si no tuvieras en absoluto ningún efecto del síndrome, de hecho, podrías llegar a sentirte megalómano, todopoderoso, y eso sí que conduce al desastre…
Por eso, ni mucho ni poco. Siempre perspectiva, calma y confianza 😉